Convertir en práctica la nube híbrida
Por Fernando Paccini, Senior Account Executive de Cloud Solutions en SAP Iberia
La elección entre nube pública y nube privada es un debate recurrente, al igual que el valor potencial de los entornos cloud híbridos y sus beneficios para las empresas. Por supuesto, entre las ventajas de estos entornos está el poder aprovechar la escalabilidad y rentabilidad inherentes a las nubes públicas, sin los riesgos asociados a la externalización de aplicaciones críticas de negocio, pero ¿cuál es el mejor enfoque para gestionar entornos cloud híbridos, y qué más beneficios pueden lograr las empresas al utilizarlos? Gartner prevé que la opción de la nube híbrida no se convertirá en la tendencia dominante hasta dentro de, por lo menos, cinco años, porque, al parecer, todavía es necesaria más formación y educación al respecto.
Al igual que sucediera con la adopción de servicios cloud, en su forma más simple, en el caso de los entornos híbridos, la primera pregunta que surge a las empresas es: “¿es seguro?“. Junto con la seguridad, hay otros aspectos prácticos que hay que tener en cuenta para considerar su implementación y los beneficios para el negocio.
Áreas de negocio más adecuadas para entornos híbridos
Las corporaciones cada vez son más selectivas respecto a los elementos de su negocio que deben ser alojados o gestionados en la nube. En un despliegue híbrido existe mayor capacidad de elección a la hora de seleccionar qué información puede residir, y también quién puede acceder a ella. Por ejemplo, los planes y previsiones de venta podrían ser alojados en la misma área, pero la empresa podría preferir que el equipo de ventas pudiera ver ciertos elementos antes que otros empleados. En un entorno cloud híbrido se pueden aplicar algunas restricciones con vistas a permitir el acceso a la información a unos y no a otros, sin que se vea afectada la velocidad a la que los datos se pueden ver o compartir. Decidir qué es lo que mejor se adapta de su entorno híbrido a una función de negocio particular depende completamente de la información destinada al usuario, la frecuencia de acceso requerida, la necesidad de integrar en otras áreas de negocio, y de cómo necesita ser almacenada la información de acuerdo a las normativas.
Evitar un conflicto con el sistema heredado
La nube es casi la corriente dominante dentro de las empresas y su nivel de adopción ha ido en aumento en los últimos 18 meses. Lo que esto significa para la próxima generación de servicios cloud es que deben ser más fáciles de integrarse con los sistemas existentes, sin afectar al rendimiento. En base a la premisa de que un entorno híbrido permite a las empresas obtener algunos servicios externamente a través de la nube, mientras continúan utilizando sus propios sistemas, los proveedores de tecnología necesitan ayudar a los clientes a adoptar una estrategia cloud en función de sus necesidades particulares; aliviando cualquier preocupación que pueda tener en relación con el proceso de implementación. Por supuesto, con sistemas potencialmente obsoletos es importante ofrecer un enfoque a medida y flexible, con acuerdos de nivel de servicio (SLAs) definidos de forma clara para evitar confusiones posteriores. Atendiendo a la predicción de Gartner, también es preciso tener en cuenta que mientras las organizaciones no sientan la necesidad de adoptar un entorno híbrido, cualquier inversión en servicios cloud hoy en día debería ser lo suficientemente flexible como para dar cabida a su posterior implementación.
Asegurar una nube híbrida
Por supuesto, como con cualquier nueva tecnología, las empresas están preocupadas y siguen cuestionando los riesgos asociados a la implementación de servicios de cloud computing, ya sean públicos o privados. Los costes inevitables en los que se incurre durante un apagón, la integridad de los datos si se da el caso de que el proveedor elegido quiebra, y la posibilidad de interrupción del negocio durante el proceso de implementación se encuentran entre una larga lista de preocupaciones típicas de seguridad. Si bien estas cuestiones están siendo abordadas lentamente por los proveedores de servicios cloud, los requerimientos de seguridad global en un entorno híbrido necesitarán ser mejorados para que los clientes puedan ganar tranquilidad. Afortunadamente, un modelo híbrido, por su propia naturaleza, ofrece lo mejor de ambos mundos, proporcionando a las empresas un lugar seguro para los datos sensibles en la nube privada, con la flexibilidad añadida de organizar los elementos del negocio bajo la nube pública. El siguiente punto en la agenda de seguridad, sin embargo, son los SLAs y cómo los proveedores pueden ofrecer argumentos sólidos de cómo se va a gestionar la integridad de la información en todo momento, desde la implementación hasta la migración de los servicios.
Aparte del beneficio obvio de la flexibilidad y la elección, está claro que un enfoque híbrido del cloud computing trae consigo muchas ventajas, permitiendo a las corporaciones lograr varios objetivos.
El desarrollo de entornos cloud híbridos no sólo añade innovación al catálogo cloud, sino que también ofrece una plataforma dinámica para las organizaciones que desean equilibrar sus recursos de TI entre nubes públicas y privadas. Este enfoque híbrido es un avance real, que permite a las empresas aprovechar la escalabilidad y rentabilidad que la nube pública aporta sin los riesgos asociados a la externalización de aplicaciones críticas de negocio. Aunque Gartner predice que podrían pasar otros diez años antes de que empecemos a ver una amplia adopción de esta corriente, ya está asentada firmemente en los radares de los directores de tecnología y se sumará al rápido crecimiento de los servicios cloud.