8 consideraciones para implementar la nube con éxito

Por Carlos Sanchiz, Manager Solutions Architecture, Amazon Web Services.

La nube ha revolucionado el mundo de la tecnología, ha transformado sectores de actividad enteros y ha hecho de las infraestructuras informáticas tradicionales algo del pasado. Incluso los organismos gubernamentales, que tienden a ser más lentos a la hora de adoptar nuevas tecnologías, no han necesitado mucho tiempo para ver las ventajas de la nube.

Para que una organización pueda considerarse «nativa de la nube» no deberá limitarse a contemplar la nube como una opción preferible a otras. Ser nativo de la nube consiste en adaptar los procesos de trabajo de las organizaciones para que puedan aprovechar los servicios y soluciones que hay disponibles hoy en día y ver cuáles pueden usarse para aumentar su eficiencia.

De hecho, en AWS creemos que una política nativa de la nube bien diseñada permite a las organizaciones obtener las ventajas de la nube más rápidamente y les abre las puertas a disfrutar de una mayor escalabilidad, una seguridad más sólida, unos costes menores, etc.

Sin embargo, antes lanzaros a implementar una política nativa de la nube, hay ocho consejos que quiero que tengáis en consideración para sacar el máximo provecho de vuestros esfuerzos. Estos son los factores que deberemos tener en cuenta para garantizar una implementación de la nube con éxito:

1.- Presupuestos 

La nube está revolucionando la forma de trabajar de todo tipo de organizaciones. Y sin embargo, aún representa un ámbito desconocido para quienes tienen un ojo puesto en los presupuestos. Pero no por ello representan un problema. De contar con una noción clara de cómo se estructuran los costes y con acuerdos de servicios claros, las organizaciones no tendrán problemas financieros para disfrutar de la flexibilidad y escalabilidad que la nube trae consigo. Gracias a la nube, también podrán disfrutar de una reducción en los costes operativos habituales, ya que ya no les resultará necesario mantener centros de datos físicos. Hoy en día, el mantenimiento de las infraestructuras informáticas queda a cargo del proveedor de servicios en la nube.

2.- Flexibilidad en la contratación y el provisionamiento

El desarrollo de un sistema competitivo de contratación y provisionamiento es una parte clave para que nuestra implementación de la nube sea robusta y efectiva. Esto se debe a que unas prácticas eficaces en materia de competitividad resultan en organizaciones que cuentan con acceso a más productos y servicios y que controlan mejor sus gastos.

Hacer posible un proceso de contratación y provisionamiento más libre y abierto nos brinda la oportunidad de comparar los costes y ventajas de diferentes soluciones. Además, al crear contratos más flexibles y cortos con los proveedores, tendremos la capacidad de extender el uso de los servicios que nos funcionan y resolver el problema que representan los que no; todo ello evitando costes excesivos y frustraciones para la organización.

3.- Pasar de un modelo centrado en el provisionamiento a uno centrado en el consumo

Pasar de un modelo centrado en los gastos de capital a uno centrado en los gastos operativos es una de las grandes ventajas de la nube, ya que permite a las organizaciones ser más eficientes con sus gastos y recursos y maximizar su productividad y rendimiento informático.

Además, la nube también les permite variar la escala de sus operaciones en función de sus necesidades. Así, por ejemplo, lo habitual es que los entornos de testeo y desarrollo solo se utilicen durante ocho horas al día, de lunes a viernes. Si pagamos por estos recursos únicamente cuando los utilizamos, podremos llegar a ahorrar hasta un 75% (al pagar por el uso de infraestructuras durante 40 horas semanales, en lugar de 168).

4.- Requisitos y conjuntos de pruebas para la seguridad en la nube    

La seguridad en la nube es un elemento vital y necesario de toda implementación en la nube. Las ciberamenazas van aumentando en número y complejidad, por lo que deberemos asegurarnos de contar con una seguridad muy robusta y conforme a todas las normativas que sean de aplicación. Esto nos permitirá garantizar la protección de los datos que fluyan por nuestras redes. Ya sea valiéndonos de estándares de seguridad como las certificaciones ISO 27000 o adecuándonos a normativas como el RGPD, la seguridad en la nube y el cumplimiento de las normativas es la labor de mayor prioridad en cualquier infraestructura en la nube.

5.- Política de clasificación de datos      

La clave de todo proceso de clasificación e identificación de datos consiste en etiquetar los datos de forma que sea posible ubicarlos más fácil y eficazmente. Toda política nativa de la nube deberá contar con una política de clasificación de datos y tener claro cómo cada equipo de la organización emplea la información.

Por ejemplo, cuando nuestros clientes comprenden que están utilizando tecnología de seguridad para superar sus controles de adecuación jurídica, incluyendo funcionalidades como el cifrado integral, se sienten en una posición mucho más sólida para explotar todos los beneficios de la nube y defenderse frente a las amenazas y exigencias del futuro.

6.- Privacidad y control de los datos

Un reciente estudio realizado por la consultora Linklater desvela que los ciberataques han aumentado un 63% a nivel mundial durante los últimos tres años. Esto, unido a las nuevas normativas para la protección de datos y el mayor escrutinio institucional sobre la gestión de los datos, obliga a las organizaciones a poner la confianza del cliente como su principal prioridad. Si se da una vulneración de su privacidad, no solo perderemos clientes, sino que deberemos afrontar repercusiones jurídicas y la reputación de nuestras marcas se verá perjudicada.

Al implementar una política nativa de la nube, deberemos asegurarnos de que la privacidad y el control sobre los datos es el pilar central de nuestra implementación. Esto pasa por exigir que nuestros proveedores de servicios en la nube creen servicios orientados a una buena gobernanza y que permitan realizar auditorías fácilmente, diseñados siguiendo las prácticas idóneas en materia de privacidad y protección de datos.

Y, lo que es crucial, deberemos asegurarnos de que nuestra organización mantenga pleno control y responsabilidad sobre los datos que fluyen por sus redes, además de contar con la capacidad de elegir en qué ubicación geográfica se almacenan los datos. Solo tomando el control de estos aspectos podremos contar con la certeza de que tenemos la capacidad de identificar y mitigar cualquier posible riesgo para la seguridad y, lo que es más importante, de proteger a nuestros clientes.

7.- Educación y formación en torno a la nube   

Ya que el tránsito a la nube representa un cambio en la cultura de la empresa, resulta importante invertir los recursos necesarios para ayudar a empleados y otras partes interesadas a comprender las posibilidades y ventajas que nos abre la nube.

Al ofrecer formación que permita incorporar certificaciones aprobadas por las instituciones, haga posible cualificarse en las capacidades técnicas necesarias para la nube y cree un entorno que fomente la confianza en las posibilidades de la nube, estaremos preparando a nuestra plantilla para el futuro. Además, esto genera un gran volumen de conocimiento dentro de la compañía, lo que se traduce en innovación y competitividad.

8.- Una hoja de ruta para la migración a la nube

Muchas organizaciones quieren migrar sus operaciones a la nube pero las complicaciones suelen surgen al determinar cómo, ya que la nube trae consigo muchos conceptos nuevos y muchas aplicaciones y modelos de implementación posibles.

Además, una de las ventajas fundamentales de la nube es el amplio abanico de servicios que ofrecen compañías como la nuestra, que pueden utilizarse para conformar entornos informáticos completamente a medida.

Os animo a que trabajéis en colaboración con vuestro proveedor de servicios en la nube para crear un plan de despliegue en armonía con vuestra estrategia y objetivos para la nube.