Sobrevivir a la disrupción digital: adquirir alternativas

• Por Mark Schwartz, Enterprise Strategist en Amazon Web Services.

Todas las juntas directivas deberían estar preguntando a su equipo ejecutivo como planea responder a la disrupción digital. Incluso si la compañía no está afrontando una disrupción en este momento, seguramente lo hará en breve. Y dejar esta cuestión al azar o simplemente seguir adelante con el statu quo no representa una alternativa viable.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de disrupción digital? Sencillamente a esto: los competidores tienen acceso a mayor velocidad, a nuevas tecnologías, a datos, a nuevos modelos de negocio. Al mismo tiempo, los clientes están cambiando sus gustos y expectativas. Como resultado, la dinámica de los sectores está cambiando rápidamente, o está a punto de hacerlo, y continuará haciéndolo a un ritmo más rápido del que estamos acostumbrados.

¿Por qué preocuparse? Porque cada uno estos cambios representa, no solamente un peligro potencial para la empresa, sino también una oportunidad. Si los gustos de los consumidores están cambiando, debemos comprenderlos más rápido que nuestros competidores y cambiar nuestros productos. Si los clientes quieren mayor interacción digital, debemos superar a nuestros competidores mediante interacciones digitales mejores.

Como empresa establecida, probablemente ya hayas llevado a cabo una excelente labor preparándote para hacer lo mismo que hacías ayer, y hacerlo muy bien. Las empresas establecidas tendrán que deshacer algunas de las cosas que han estado haciendo si desean ser capaces de cambiar rápidamente en el futuro. Este proceso de creación y destrucción es a lo que se refiere todo el mundo al hablar de transformación digital. Y resulta duro.

Para sobrevivir a la disrupción digital, tan solo necesitas una cosa: agilidad. La agilidad, según mi definición, es la capacidad para percibir cambios en el mercado a los que debemos responder, dar respuestas innovadoras rápidamente, probar esas posibles respuestas para seleccionar y refinar la más correcta y lanzarla rápidamente al mercado. Dicho de otro modo, debemos asegurarnos de que el cambio resulte económico, rápido y de bajo riesgo, para que sea algo que podamos hacer una y otra vez.

Si tu empresa es como las demás, existen varios elementos que limitan esa agilidad. Estás optimizado para la estabilidad, pero ahora debes estarlo para el cambio. A raíz de mi experiencia trabajando con clientes de Amazon Web Services (AWS), puedo decir que la nube representa el aliado perfecto para esta misión.

Nos hemos acostumbrado a que las iniciativas tecnológicas requieran varios años, excedan el presupuesto y concluyan con retraso. De todas las inversiones que podemos realizar, el software es la más rápida y la que ofrece el menor riesgo. A diferencia de construir una fábrica, crear software no implica grandes desembolsos iniciales de capital. Y de hecho, gracias a la nube de AWS podemos comenzar a utilizar nuevas tecnologías como aprendizaje automático, analítica o realidad aumentada en pocos instantes. Incluso el hardware informático se ha vuelto rápido, económico y de bajo riesgo. Una vez más, la nube de AWS permite a cualquier empresa obtener rápidamente los recursos físicos necesarios y cambiar esa infraestructura en cualquier momento.

De modo que resulta un tanto sorprendente cuando las iniciativas informáticas son las que evitan que las empresas obtengan la agilidad necesaria para sobrevivir a la disrupción. Quizás resulte menos sorprendente al recordar que los sistemas informáticos que están empleando las empresas datan de hace varias décadas, se basan en tecnologías anticuadas y han sido parcheados a lo largo de los años, a medida que se aplicaban cambios incrementales para mantener el ritmo del cambio de las necesidades de negocio.

Hay algunas razones más sutiles por las cuales la tecnología a menudo es el factor limitante en la agilidad organizativa. La primera es que, tradicionalmente, las compañías han organizado sus iniciativas informáticas en forma de proyectos monolíticos y, a continuación, debido a que los proyectos eran tan grandes y arriesgados, han establecido procesos de gobierno, supervisión y gestión de proyectos de gran envergadura. Pero he aquí una alternativa, McDonald’s recurrió a AWS para construir una aplicación móvil de entrega a domicilio en la nube en tan solo cuatro meses. ¿Podría tu empresa haber llegado a recabar y documentar los requisitos, establecer el caso de negocio, aprobarlo, asignar espacio en la oficina para el equipo del proyecto, crear un plan de proyecto… y llevar a cabo todas las demás tareas que se requieren antes de iniciar una labor tecnológica semejante en tan sólo cuatro meses?

Un segundo motivo de negocio por el cual la tecnología podría limitar la agilidad es que hasta ahora la agilidad nunca ha sido de gran valor por sí misma. El caso de negocio para justificar la agilidad siempre ha sido difícil de establecer, puesto que representa una inversión en ser capaz de realizar inversiones futuras a bajo coste, con poco riesgo y alta velocidad. Después de muchos años de presión sobre los presupuestos informáticos, la agilidad es la fuente de valor que quizás haya sufrido más.

Hoy en día, la agilidad técnica está de oferta. Ahora tienes acceso a la nube, con metodologías bien establecidas como DevOps, numerosas opciones de código abierto y programas como AWS Database Freedom que podrían contribuir a liberarte de las relaciones con proveedores que limitan tu agilidad. Es muy probable que el retorno sobre una inversión reducida en agilidad resulte impresionante.

La agilidad técnica es una cosa, pero aún seguimos necesitando construir agilidad de negocio ajustando la forma en la que gestionamos casos de negocio y gobierno informáticos, es decir, nuestra capacidad para asignar recursos rápidamente y de un modo flexible para responder a los eventos del mercado. ¿Cómo podemos sobrevivir a la disrupción? Sólo existe una manera: con mayor agilidad.