- Por Michael Cade, Senior Global Technologist de Veeam.
En la actualidad la transformación digital es una de las prioridades de cualquier director del departamento de informática (CIO) La inversión en tecnología para permitir el teletrabajo y prestar servicio digital a los clientes se ha convertido en una cuestión de supervivencia para muchas empresas. No obstante, la transformación digital es tanto un cambio tecnológico como de cultura. Se trata de un proceso que requiere una mejora y actualización de las destrezas digitales a todos los niveles en la empresa. De acuerdo con los datos del Informe 2020 sobre tendencias en protección de datos de Veeam, prácticamente la mitad (47 %) de las empresas en la zona EMEA considera que la falta de experiencia y destrezas TI de su personal es lo que está obstaculizando o ha obstaculizado el que puedan avanzar en la transformación digital. Distintos estudios de la Comisión Europea revelan que en el futuro, 9 de cada 10 trabajos van a requerir destrezas digitales, pero un 44 % de los ciudadanos de la UE no cuentan con las destrezas digitales básicas.
Aunque las empresas pueden implantar diversas iniciativas de aprendizaje para mejorar las destrezas de sus empleados y las alianzas estratégicas pueden ayudar a las empresas a localizar talento entre un grupo más numeroso de personas, hay que dar antes los pasos necesarios para hacer frente a este reto. Al fin y al cabo, los centros educativos son el lugar en el que se está formando a la mano de obra del futuro y donde los niños desarrollan intereses que con frecuencia son los que deciden su carrera profesional. El Institute for the Future (IFTF) ha informado que el 85 % de los trabajos que existirán en 2030 todavía ni siquiera se han inventado, por lo que adquirir destrezas digitales va a ser aún más importante. Es en los colegios donde tenemos que fomentar el interés por la tecnología y las destrezas digitales, educando a los estudiantes en las nuevas tecnologías.
2020 ha sido un año sin precedentes para la educación. Los centros de enseñanza en toda la zona EMEA han tenido en varias ocasiones que cerrar sus puertas o pasarse a la enseñanza virtual. Esto ha supuesto que padres y tutores han asumido la responsabilidad de garantizar que los niños tienen acceso a las oportunidades de aprendizaje que necesitan. Como cabría esperar, esto hace que la experiencia de «aprendizaje en confinamiento» de cada niño sea diferente. En un futuro inmediato podremos aprovechar la revolución del aprendizaje desde casa e iniciar el proceso para fomentar el interés por la tecnología entre los jóvenes, al darles la oportunidad de probar de manera práctica los conceptos en un entorno seguro.
Tecnologías asequibles como Raspberry Pi proporcionan una plataforma al alcance de muchos para dominar las destrezas digitales básicas, desde configurar y poner en marcha un ordenador personal a prácticas más avanzadas como programación y sus lenguajes. Estas son tres recomendaciones de proyectos que podrían ayudar para que los niños entiendan algunos de los conceptos que quizás ya están aprendiendo en clase de ciencias y de informática en el colegio y para que así los pongan en práctica.
Bricolaje digital
Es verdad que el Raspberry Pi cuesta aproximadamente 30 €, pero se trata de un ordenador pequeño. Ha tenido mucho éxito, puesto que se han vendido más de 36 millones de momento. Además de tener una CPU nativa presume de contar con suficientes puertos y conexiones para que seamos capaces de crear nuestro propio PC en casa. El dispositivo puede consumir y crear contenido dado que tiene un navegador web, un procesador de texto, hojas de cálculo y acceso a YouTube. Pueden llegar a conectar la placa a motores y controladores adicionales para crear un proyecto sencillo de robótica o incluso ejecutar Minecraft Pi, lo que les da a los niños la oportunidad de aprender y experimentar con programación al mismo tiempo que exploran e interactúan con el mundo Minecraft.
Da igual lo que decidamos hacer, porque al hacerlo aprenden. Desde descubrir qué cables y conexiones se necesitan a programar una vez que está todo montado, se trata de poner en práctica la teoría, dado que es una forma estupenda de entender mejor los conceptos.
Para los que quieran ir un paso más allá, con Raspberry Pi se puede crear también un aceptable smart home hub, que lo conecte todo desde los altavoces a los medidores inteligentes. Aunque para muchos este tipo de sistemas digitales parecidos al Lego es una manera divertida de pasar el tiempo, comprender este tipo de procesos puede ser el primer paso en una futura carrera como ingeniero.
Competencia TI
Configurar el Raspberry Pi para ser lo que uno quiera es una experiencia de aprendizaje, pero plantea más oportunidades porque podemos construir nuestro propio PC, dispositivo de pantalla táctil o Smart TV por un precio relativamente asequible.
Para aquellas familias que no se puedan permitir el lujo, o que simplemente quieran tener múltiples dispositivos en casa, este es un modo accesible de tenerlos. Esto puede ser útil para aprender destrezas básicas como el procesamiento de texto y la gestión del correo electrónico así como obtener acceso a toda la información en Internet.
Dominar conceptos más avanzados como programación y código empieza conociendo lo básico e inculcar seguridad en los niños a la hora de utilizar los ordenadores y la TI puede aportar dividendos más adelante. También sirve como plataforma de lanzamiento para acceder a más recursos de aprendizaje en Internet, con la inspiración y las ideas que estos pueden generar.
Aprender a programar
Si bien el Raspberry Pi es un gran recurso para un aprendizaje inicial y para inspirar a las personas a incrementar su capacidad digital, también se puede utilizar para fines más avanzados como aprender a programar software. Dado que hay mucha demanda y pocos desarrolladores de software, enseñar estas destrezas a los niños es una posibilidad, igual que animar y plantear retos a los que demuestran un interés puede dar lugar a cosas más importantes, tanto para ellos como para las empresas que querrán contratarlos en un futuro.
Además de cursos de iniciación como Scratch y Code-org, que son formas estupendas para presentar los conceptos de la programación a los niños, existen tres lenguajes centrales de programación que los principiantes pueden aprender usando el Raspberry Pi, que cuenta con suficiente potencia como para ser ejecutado como un mini servidor Linux.
El primero es Python, que los desarrolladores de software emplean a menudo como lenguaje de soporte para construir control y gestión, así como para pruebas. Si lo comparamos con otros lenguajes, se trata de un lenguaje popular para que los niños prueben y experimenten, debido a que su «sintaxis» es relativamente sencilla, también para textos cuando se espera que ejecuten comandos con éxito. El segundo es Java, que sigue siendo uno de los más populares y que se usa para crear grandes aplicaciones empresariales. El tercero es JavaScript, un lenguaje de programación basado en texto que se utiliza para hacer que las páginas web sean interactivas. Para usuarios más avanzados, el Raspberry Pi se puede usar para adquirir experiencia en lenguajes como HTML y CSS.
En resumen, la pandemia ha destacado la alfabetización y formación digital y si queremos reducir la brecha de destrezas, debemos empezar mucho antes a animar a los que serán los trabajadores del mañana. El Plan de Acción de Educación Digital revisado de la Comisión Europea destaca el compromiso con la aceleración de la transformación digital y a la hora de proporcionar acceso a las destrezas digitales a todo el mundo. Hay mucho material, herramientas y apoyo como para inspirar a los niños y mostrarles que la tecnología puede ofrecerles todo tipo de oportunidades en un mundo en el que las características del trabajo están cambiando. El informe de McKinsey, El futuro del empleo en Europa, muestra que para el 2030 la demanda de destrezas en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) aumentará en un 39 %.
Si bien enseñar destrezas digitales a los niños no es algo nuevo, los dispositivos asequibles como el Raspberry Pi son ideales para ayudar a despertar su interés por la tecnología y para que aprendan destrezas valiosas, sobre todo ahora que la enseñanza online ha despegado. Las primeras intervenciones y experiencias a menudo encaminan a los alumnos hacia su futuro profesional y mostrarles lo que se puede hacer con la tecnología nos ayudaría a contar con empleados listos para el mañana.
Los tres modos en los que Raspberry Pi está desencadenando una revolución del aprendizaje digital https://t.co/rsemn6pewJ
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