El Proyecto From Residual Steel Gases to Methanol (FReSMe), un consorcio destinado a la integración de diferentes tecnologías como la captura de CO2, la electrolisis para la producción de H2, y la reutilización avanzada de reactores de metanol de gases de alto horno exitosamente, ha concluido con éxito.
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La producción de acero representa entre el 6 y el 8% de las emisiones mundiales. La producción de acero primario es un proceso muy eficiente, pero se emiten entre 1,6 y 2 toneladas de CO2 por tonelada de acero producida. La Comisión Europea ha señalado al sector siderúrgico como una de sus principales prioridades en materia de investigación e innovación tecnológica con el objetivo de desarrollar procesos industriales eficientes y descarbonizados. El proyecto FReSMe se basa en los éxitos de dos proyectos, STEPWISE y MefCO2, con el objetivo de desarrollar una tecnología de captura y utilización de carbono escalable y competitiva.
Tras casi 5 años de investigación y una exitosa campaña de testing, el consorcio ha logrado su último gran hito. El metanol bajo en carbono producido a partir de gases de altos hornos impulsó con éxito el barco Stena Germanica que conectaba Gotemburgo y Kiel el 22 de junio.
La demostración coincidió con el acto final del proyecto FReSMe, en el que se presentaron los principales resultados ante un público que incluía representantes de la Comisión Europea, autoridades locales de Luleå (Suecia), donde se llevó a cabo el piloto de producción de metanol, e invitados del mundo académico, la industria y el público en general.
Durante la prueba piloto, se produjeron 25 toneladas de metanol de bajas emisiones a partir de 570.000 metros cúbicos de gas real de alto horno procedente de una acería cercana. A continuación, el metanol se destiló en Islandia para cumplir las normas de calidad más estrictas para su uso como combustible marino. Este logro abre la puerta a una mayor ampliación de las tecnologías de baja emisión de carbono para producir tanto acero como metanol con un bajo impacto climático.
Gracias al compromiso de la Comisión Europea de avanzar hacia un futuro más verde y sostenible, once empresas se unieron al consorcio del proyecto FReSMe con el objetivo de reducir el impacto climático del proceso siderúrgico. Las tecnologías adecuadas se puede fabricar metanol de forma eficaz a partir del gas de los altos hornos.
Tecnología de vanguardia
El concepto FReSMe se basa en la tecnología STEPWISE, desarrollada por TNO, para capturar el CO2 presente en el gas de los altos hornos de una acería de forma altamente eficiente desde el punto de vista energético, al mismo tiempo que se produce una corriente rica en hidrógeno de alto. Tanto el CO2 como el hidrógeno se utilizan para producir metanol mediante la tecnología de Carbon Recycling International. FReSMe, a su vez, también utiliza hidrógeno verde producido mediante electrólisis del agua para maximizar la utilización del CO2, mientras que cualquier exceso de este puede ser transportado y almacenado permitiendo una profunda descarbonización en el proceso de la fabricación del acero.
La tecnología desarrollada en el proyecto FReSMe es altamente escalable y puede implantarse en las acerías existentes, mientras que la venta de metanol ofrece un argumento comercial más atractivo para los productores de acero. El metanol es un producto químico muy versátil con múltiples aplicaciones y una de ellas es como combustible marino limpio que tenga la capacidad de sustituir a los combustibles fósiles. Por ello, el proyecto finalizó con éxito con la consecución del hito final en el que el buque Stena Germanica consiguió conectar Gotemburgo (Suecia) con Kiel (Alemania) utilizando metanol como combustible principal.
El proyecto comenzó en noviembre de 2016 y la planta piloto, situada en las instalaciones de SWERIM junto a la acería de SSAB en Luleå (Suecia), produjo 25 toneladas de metanol a partir de gas de alto horno suministrado por SSAB.
Poder aplicar una tecnología de vanguardia para la captura de CO2 y la producción de metanol es un hito en la descarbonización en sectores difíciles como la producción de acero. El metanol representa una gran oportunidad para reducir el uso de combustibles fósiles en sectores como el transporte marítimo de larga distancia, donde la electrificación no es viable. Por ello, FReSMe crea relaciones simbióticas entre diferentes sectores industriales y contribuye al esfuerzo de descarbonización de la Unión Europea.
Proyecto FReSMe, un gran hito para impulsar el uso de metanol bajo en carbono en el transporte marítimo https://t.co/UquXmytIGP
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