Qué tener en cuenta antes de comprar un patinete eléctrico
El patinete eléctrico se ha convertido, en un tiempo récord, en un medio de transporte habitual en las ciudades europeas. Los ciudadanos encuentran en esta pequeña herramienta que se mueve con tecnología eléctrica un aliado perfecto para desplazarse por la ciudad. La rapidez a la hora de moverse entre las calles, su capacidad para adaptarse a todos los escenarios y el importante ahorro de dinero son los factores que han llevado a millones de usuarios en Europa, donde España juega un papel protagonista, a adquirir un vehículo de estas características para realizar sus desplazamientos. Estas ventajas deben adaptarse a una normativa que tiene elementos comunes a todo el país y algunos particulares en cada ciudad, y a la cual los conductores tienen que respetar para mantener una estructura de movilidad urbana correcta y segura para todos los vehículos.
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El considerable aumento de las personas que circulan con patinete eléctrico en España, pues se calcula que la cifra asciende a un millón, ha llevado a la DGT (Dirección General de Tráfico) a impulsar rápidamente una legislación que facilite su uso y fomente su convivencia con el resto de medios, principalmente los coches, y con los peatones. Quien quiera comprar un patinete eléctrico debe saber que este vehículo, catalogado como de movilidad personal, tiene prohibido su circulación por aceras o zonas peatonales. El objetivo de esta medida es alejarlo de las áreas de paso de los peatones, ya que el riesgo para estos es muy grande si hubiera algún accidente. La compartición del espacio con los ciudadanos que se trasladan a pie ha sido uno de los puntos más conflictivos, hasta la aprobación de la normativa, ya que los conductores de patinetes, en el inicio, adoptaron la costumbre de circular por los espacios reservados para los peatones y esta situación generó muchos percances. El patinete, además, no puede circular por otros espacios que quedan reservados, exclusivamente, para los vehículos a motor. Se trata de pasos de travesía, vías interurbanas, túneles, autovías y autopistas.
La ordenanza municipal de cada ciudad se reserva el derecho a establecer cuáles son las vías por las que puede circular un patinete eléctrico y la norma común, aplicada cuando no hay una legislación al respecto, es que este vehículo circula por la calzada urbana. La velocidad es otro de los puntos importantes en las posibilidades de la conducción de este medio por ciudad, ya que el nivel establecido por la DGT se sitúa entre los 6 y 25 kilómetros por hora. Una velocidad fuera de ese rango, especialmente por el límite superior, supone una sanción para el conductor.
Ahorro en el hogar
La normativa aplicada en esta materia ha generado el marco para que los conductores de patinetes puedan circular con tranquilidad y disfrutar así de las ventajas que ofrece este vehículo. La más llamativa es la reducción del gasto en el hogar, ya que el desplazamiento con este vehículo es radicalmente más económico que hacerlo con un coche. El consumo de la luz requerida para realizar la carga reduce en más de un noventa y cinco por ciento, la factura de gasolina para un desplazamiento similar. La facilidad de uso permite, además, que dicha carga se realice en cualquier lugar con una conexión eléctrica.
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