Encuentros H+K: España en la Europa del siglo XXI

Hill+Knowlton Strategies (H+K), agencia internacional de relaciones públicas y asuntos públicos, celebró este lunes en Madrid la segunda edición del evento ‘Encuentros H+K: España en la Europa del siglo XXI’. Durante la jornada, personalidades de los ámbitos político, académico y empresarial analizaron el papel de liderazgo que España deberá ejercer a partir del próximo 1 de julio, cuando asuma la Presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea (UE). Con la mirada puesta en el actual contexto geopolítico, los participantes debatieron sobre cómo profundizar en la integración de los Veintisiete en ámbitos como el medioambiental, tecnológico, energético, industrial, sanitario y alimentario, entre otros.

La jornada contó intervenciones de dos ministros del Gobierno de España y un vicepresidente de la Comisión Europea, un diálogo académico y una mesa de debate con personalidades del mundo empresarial.

La situación actual, marcada por la incertidumbre económica, la inflación, las tensiones derivadas de la guerra de Ucrania y la fragmentación regional, supone una invitación a reflexionar sobre los avances logrados en la integración europea y los desafíos futuros. Democracia, sostenibilidad, digitalización, liderazgo, competitividad y autonomía estratégica deben ser algunos de los atributos de la Europa del siglo XXI para aumentar su atractivo, atraer inversión y mejorar su posición en el mundo, coincidieron la mayoría de ponentes.

Inauguró el evento la vicepresidenta Tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. En su intervención, destacó que España asumirá la próxima Presidencia rotatoria del bloque con “apetito” por “construir más Europa empleando la mejor inteligencia” y aportar soluciones a los retos futuros, entre los que citó la “importancia extraordinaria” que cobrarán las cuestiones vinculadas al clima, la biodiversidad, el acceso a los recursos y la construcción de una Europa más verde y socialmente justa.

La vicepresidenta explicó que la crisis ambiental y climática está provocando un número creciente de desplazados y tiene también un impacto cada vez mayor sobre las cuentas de las empresas y el sector financiero. “Ignorar esa crisis nos aboca a una época oscura, a años de retraso en la generación de progreso y bienestar”, afirmó, frente a quienes con “la manipulación y el miedo” se oponen a la agenda verde. “Si destruyes la naturaleza, destruyes la economía”, aseguró.

A su juicio, “la Presidencia española es clave” y “España es un actor fundamental en la propuesta de soluciones más allá del interés nacional en momentos críticos” como el actual. En ese sentido, resaltó las soluciones coordinadas como la compra masiva de vacunas y los fondos Next Generation, adoptadas para superar la pandemia de la Covid-19, y “la respuesta coordinada” a la agresión rusa.

“Si queremos tener una Europa moderna, debemos tener una Europa sostenible, sólo así podremos seguir manteniendo el bienestar de las personas”, concluyó la vicepresidenta.

El retorno de la geopolítica

A continuación, tomó la palabra el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. El jefe de la diplomacia explicó que vivimos un momento “complejo y convulso”, de “rediseño del orden europeo”, en el que España quiere ser un actor de primer orden. En su opinión, una de las grandes transformaciones introducidas por la agresión rusa a Ucrania es que el mundo ha pasado de un orden político en el que la economía era central a otro en el que las cuestiones geopolíticas marcan las decisiones económicas. “Es el retorno de la geopolítica”, enfatizó.

Albares abogó por trabajar durante la Presidencia española de la UE para reducir vulnerabilidades. En ese sentido, pidió reforzar áreas como el cuidado de la salud y trabajar para que sectores económicos como los de “la alimentación, lo digital, los fertilizantes y las comunicaciones” no vuelvan a ser utilizados para “amenazar” nuestras sociedades. “Nuestra seguridad económica pasa por reindustrializar el continente, ganar la transformación verde y construir la prosperidad económica y social, que es nuestro objetivo último”, resaltó.

Asimismo, el ministro propuso aprovechar la Presidencia española para fortalecer vínculos y converger con aquéllos “que comparten nuestros valores”, entre los que citó a los países “socios y amigos del otro lado del Mediterráneo” y, en especial, la región de América Latina y el Caribe, que “puede ser un socio fundamental para abordar los grandes retos globales porque sus ambiciones son iguales que las nuestras”.

Por último, Albares recalcó que la Presidencia española del Consejo de la UE “tendrá un ADN social”. “Vamos a trabajar por consolidar los derechos sociales, la igualdad de género, la salud, la defensa de la infancia, el cuidado de nuestros mayores y la discapacidad”, zanjó.

Hacer cumplir las normas

Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva, Maroš Šefčovič, defendió la necesidad de reforzar el mercado único de la UE como uno de los activos clave de la competitividad de Europa: “Debemos trabajar juntos para hacer cumplir las normas existentes del mercado único y eliminar las barreras nacionales que aún existen. Si no tomamos medidas contundentes, nos enfrentaremos a rupturas en las cadenas de suministro, como ya vimos durante la pandemia. Por lo tanto, debemos actuar ahora para impulsar la resiliencia y la competitividad de Europa en el mundo,” avisó.

Šefčovič cerró su intervención con alabanzas a España, país que –dijo- “ha realizado una fuerte contribución a la Red Europea de Prospectiva de Ministros para el Futuro, liderando el trabajo de un nuevo grupo de prospectiva centrado en garantizar el bienestar de los ciudadanos en el marco de la autonomía estratégica abierta de la UE y el nuevo orden mundial”.

Convocatoria electoral

La bienvenida al acto ha corrido a cargo del CEO de Hill+Knowlton Strategies España, Joan Ramon Vilamitjana, quien también destacó el momento de “incertidumbre” e “inestabilidad política” actuales, que hace necesarias buenas dosis de preparación por parte de las empresas. En este sentido, anunció el lanzamiento de FutureSight™, una nueva oferta de servicios de Hill+Knowlton Strategies para ayudar a las empresas a anticipar y afrontar nuevos retos y a detectar y aprovechar oportunidades.

“Ahora que avanzamos hacia una nueva convocatoria electoral, sólo podemos esperar que las fuerzas políticas y el Gobierno que resulte de las urnas tenga en cuenta esta necesidad de buscar acuerdos y poner las luces largas para que seamos capaces de detectar tendencias, riesgos y oportunidades que sitúen al continente en un mejor punto estratégico respecto al resto del mundo, lo que en última instancia es la única vía para tener una posición de fuerza a la hora de defender nuestros valores y principios y de hacer nuestra economía más competitiva y resiliente”, enfatizó.

El presidente ejecutivo de WPP, Juan Pedro Moreno, cerró la jornada con una reflexión sobre lo que él denominó “geopolítica empresarial”, pues a su juicio hoy son las empresas quienes libran las guerras “frías o calientes” que sacuden al mundo. “La dimensión empresarial tiene que cobrar un mayor protagonismo en ese concepto de la geopolítica”, reclamó Moreno.

Autonomía estratégica

El evento contó con un diálogo académico entre Diego Rubio, secretario general de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia del Gobierno de España, y Manuel Muñiz, provost del IE y miembro del Consejo Asesor de Hill+Knowlton Strategies, moderado por la directora de Regulación y Asuntos Públicos de Hill+Knowlton Strategies, Cristina Pinilla.

En el transcurso de la conversación, Rubio señaló que, a raíz de la pandemia y de la guerra, los europeos hemos “despertado de la edad de la inocencia y descubierto que el mundo no es tan maravilloso como nos gustaría”. “Debemos defender nuestros intereses”, instó. En ese sentido, Europa debe colaborar con otros actores, pero también “buscar la autonomía en lo que sea necesario” y superar sus “debilidades”.

A su parecer, la regulación europea en materias como el medio ambiente o los derechos laborales, que a veces las empresas ven excesiva, es precisamente uno de los grandes atractivos para las compañías de otros continentes como América Latina o África.

Por su parte, Manuel Muñiz argumentó que el actual es “un momento fascinante, pero un reto enorme” para nuestras sociedades por los riesgos económicos, inflación, nacionalismo económico, interdependencia, rupturas en la cadena de suministros, y también de seguridad». Ahora, “nos vemos obligados a introducir una lente geopolítica, securitaria, de riesgo, en la toma de decisiones”, considera.

“La gran pregunta es el nivel de integración que vamos a seguir tolerando con la economía norteamericana, si vamos a seguir siendo tan abiertos a la integración económica trasatlántica”, cree Muñiz, quien también destacó que, a raíz de las lecciones de la pandemia y la guerra, Europa está “desplegando, igual que Estados Unidos, una política industrial” por primera vez en los últimos 50 o 60 años.

La visión de la empresa

La jornada contó también con una mesa redonda moderada por Mónica Chao, presidenta de Women Action Sustainability (WAS), en la que participaron líderes del ámbito empresarial como Ana Argelich, presidenta y directora general de MSD España; Jesús Alonso, presidente y CEO de Ford España; Josu Ugarte, CEO de Schneider Electric España; y Jordi Llach, CEO de Nestlé Iberia.

En la introducción del coloquio, Chao destacó que las empresas y sus líderes ejercen un papel “clave” dentro de la transformación actual. La sociedad, insistió, espera de ellos que “tomen acción para generar empleo y dar calidad al empleo, para asumir los retos del cambio climático y la transformación digital”. Y a las empresas, dijo, les preocupan ámbitos como la disrupción tecnológica, la inflación, la captación de talento e inversiones y el incremento de la presión regulatoria.

Ana Argelich, presidenta y directora general de MSD en España, comenzó su turno de palabra señalando que “el sector salud es diferencial, tal y como hemos podido experimentar durante la pandemia. Por ello, es necesario incentivar la innovación en nuevos medicamentos en la UE. Es evidente que no se pueden producir todos los medicamentos en la UE, por eso la cadena de producción tiene que ser global. Por ello, tiene sentido trabajar en la autonomía estratégica para los medicamentos críticos, reforzando la producción y disponibilidad europea y buscando aliados en otros mercados internacionales. La colaboración público-privada y la inversión en salud son clave para posicionar a España como un hub de referencia en ensayos clínicos en Europa, donde ya somos líderes”, resaltó.

Por su parte, Jesús Alonso, presidente y CEO de Ford España, puso el foco en la dependencia del sector del automóvil de los microchips. “Esto es algo muy importante, no sólo en el mundo del automóvil, y los europeos necesitamos estar presentes en los centros de desarrollo del producto, de forma que no dependamos tantos de otros países”, entre los que citó a Taiwan y Corea del Sur. Respecto de la transición hacia una Europa sin coches de combustión, y en concreto en relación con la infraestructura de recarga del coche eléctrico, señaló que “no estoy viendo todavía en Europa que estemos avanzando a la velocidad que hay que avanzar para que las inversiones en el corto plazo tengan un retorno”.

Josu Ugarte, presidente de Schneider Electric España, apuntó que en el sector eléctrico “la colaboración público-privada es uno de los grandes elementos a desarrollar”. “Pido velocidad a la hora de acceder a los fondos europeos, simplicidad burocrática, que se conozcan las claves competitivas de las empresas, y también que tratemos de ver a España y Europa desde fuera, como nos ven otros, salir un poco de nuestra burbuja”, deseó.

Jordi Llach, CEO de Nestlé Iberia, recalcó que “el problema de la alimentación es global” y pidió “atacarlo” de una forma “ambiciosa y conjunta”. “Europa puede jugar un papel fundamental en fomentar la agricultura y la ganadería regenerativas. Si (en Europa) atraemos el talento y conseguimos fomentar la innovación, que las administraciones creen apoyos e incentivos a las empresas que atacan el problema de la sostenibilidad, tenemos una oportunidad de liderazgo que puede compensar otros problemas”, dijo, citando entre otros la pérdida de población.