Por Stephan Tomasek, Asesor senior de nube, de Eviden.
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Las prácticas ágiles se han convertido en la metodología de entrega predominante en el desarrollo de software, y la mayoría de los equipos adoptan algún tipo de marco ágil. Si bien Agile ha aportado importantes beneficios, nos hemos encontrado con muchos equipos que todavía luchan con entregas tardías, excesos presupuestarios y partes interesadas insatisfechas.
En este artículo, analizamos una de las causas subyacentes clave de estos problemas y exploramos cómo las organizaciones pueden desbloquear el potencial de sus equipos de entrega ágil adoptando un enfoque centrado en el producto.
Entregando productos pero faltando resultados
A pesar de la adopción generalizada de prácticas ágiles, muchas organizaciones todavía perciben que sus equipos de entrega de software son incapaces de seguir el ritmo de las expectativas comerciales.
En muchos casos, esta desconexión surge de una diferencia fundamental de mentalidad: las organizaciones ven a sus equipos de TI como proveedores de servicios, centrándose en la entrega de resultados, mientras que Agile enfatiza la creación de valor a través de resultados mensurables.
Seguir prácticas ágiles no responderá a la pregunta de cuál es la mejor manera de medir el valor. Sin la articulación del valor, los equipos ágiles se convierten en fábricas de características, produciendo funcionalidades que han sido solicitadas por las partes interesadas sin una comprensión clara de su impacto en el valor para el cliente. El resultado es una acumulación de solicitudes no cumplidas, partes interesadas frustradas y una sensación de desilusión con las prácticas ágiles.
Pasar de centrarse en proyectos a centrarse en productos
Para abordar esta desconexión entre sus equipos de TI y los equipos de negocios u otras partes interesadas, las organizaciones deben pasar de una mentalidad centrada en proyectos a un enfoque centrado en productos. Este cambio implica un cambio fundamental en la forma en que las organizaciones ven a sus equipos de TI, reconociéndolos como creadores de valor en lugar de meros proveedores de servicios.
En un modelo centrado en el producto, el enfoque pasa de la entrega de productos al logro de resultados. Los equipos están capacitados para resolver problemas y ofrecer valor, en lugar de simplemente completar una lista de tareas o funciones que se les asignan. Esto requiere una comprensión clara de la visión, la estrategia y los clientes objetivo del producto para que los equipos prioricen las iniciativas en función de su impacto potencial en el valor para el cliente.
Sin la articulación del valor, los equipos ágiles se convierten en fábricas de funciones, que producen funcionalidades solicitadas por las partes interesadas sin una comprensión clara de su impacto en el valor para el cliente. El resultado es una acumulación de solicitudes no cumplidas, partes interesadas frustradas y una sensación de desilusión con las prácticas ágiles.
Adoptar al gerente de producto como impulsor de valor
El papel de un gerente de producto se vuelve fundamental en este enfoque centrado en el producto. Los gerentes de producto deben estar capacitados para convertirse en expertos en la materia y comprender el dominio del producto, su propuesta de valor y las necesidades de sus clientes. Colaboran estrechamente con el equipo de entrega, brindando dirección estratégica y asegurando que los esfuerzos de desarrollo se alineen con la visión general del producto.
Los gerentes de producto también desempeñan un papel crucial en la definición de métricas de éxito, asegurando que los esfuerzos del equipo se midan en función de resultados tangibles y no solo del volumen de producción. Este enfoque en los resultados alinea el trabajo del equipo con los objetivos comerciales de la organización, fomentando una cultura de creación de valor.
Piensa en grande, empieza en pequeño
Transformarse en una organización centrada en el producto es un viaje que requiere cambios culturales, alineación organizacional y un compromiso con la mejora continua. No existe un enfoque único para todos, pero los siguientes pasos pueden guiar a sus organizaciones en la dirección correcta:
- Respaldo ejecutivo : asegurar la aceptación del liderazgo para defender el enfoque centrado en el producto y brindar el apoyo necesario para su implementación.
- Definir valor : articule claramente el valor que el equipo es responsable de brindar, garantizando que todos comprendan los resultados deseados.
- Entrenar a la organización : educar a las partes interesadas sobre los beneficios de un enfoque centrado en el producto, enfatizando el cambio de productos a resultados.
- Empoderar a los gerentes de productos : elevar el papel de los gerentes de productos como tomadores de decisiones estratégicas e impulsores de valor, permitiéndoles guiar al equipo de manera efectiva.
- Fomentar la colaboración : fomente la colaboración estrecha entre los gerentes de producto y el equipo de entrega, asegurando la alineación de los objetivos, las prioridades y las métricas de éxito.
Recomendamos identificar un producto o servicio en particular como candidato y seguir estos pasos para demostrar el éxito. Al adoptar un enfoque centrado en el producto, las organizaciones pueden liberar el verdadero potencial de sus equipos de entrega ágil, impulsando la innovación, creando valor y logrando el éxito empresarial.
La adopción de marcos ágiles es esencial en el desarrollo de software moderno. Sin embargo, esto por sí solo no desbloqueará la capacidad de un equipo para generar valor. Las organizaciones deben avanzar hacia un enfoque centrado en el producto para ofrecer valor de manera constante con equipos de gestión de productos trabajando mano a mano con los equipos de entrega para adaptar, actualizar y mejorar continuamente el producto del que son responsables.
La transformación puede comenzar a pequeña escala, pero la clave del éxito es garantizar que los equipos de descubrimiento y entrega de productos tengan las herramientas y el talento necesarios que les permitan pasar realmente de generar productos a generar resultados.
En un modelo centrado en el producto, el enfoque pasa de la entrega de productos al logro de resultados. Los equipos están capacitados para resolver problemas y ofrecer valor, en lugar de simplemente completar una lista de tareas o funciones que se les asignan. Esto requiere una comprensión clara de la visión, la estrategia y los clientes objetivo del producto, lo que permite a los equipos priorizar las iniciativas en función de su impacto potencial en el valor para el cliente.
Asociarse para obtener resultados
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