1 de cada 5 startups españolas están lideradas por mujeres, superando la media europea. Esta es la principal conclusión que se extrae del Observatorio W Startup C del Emprendimiento Innovador Femenino, un estudio pionero centrado en startups lideradas por mujeres en España.
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Women Startup Community es la precursora de este estudio nacional –desarrollado por la Universidad de Málaga y apoyado por el ayuntamiento de la ciudad, a través de Promálaga– que se ha presentado en la capital costasoleña para dar a conocer la situación y perfil de las emprendedoras.
“Este estudio y sus resultados demuestran la necesidad de aportar datos segregados por género para comprender el fenómeno del emprendimiento y seguir trabajando en la reducción de la brecha de género, especialmente en empresas tecnológicas donde el equilibrio sigue distando de los datos alentadores que se producen en otros sectores”, declara Teresa Alarcos, consejera independiente y fundadora de W Startup Community.
Una de las conclusiones más relevantes de este estudio es la notable madurez que han experimentado las diferentes iniciativas empresariales innovadoras lideradas por mujeres. Y es que, a pesar de tener unos ingresos medios similares a los del anterior estudio (2020), hay más emprendimiento con una forma jurídica de sociedad, siendo la S.L la opción mayoritaria, seguida de las autónomas. “Esto se debe a que estas empresas se asocian de forma natural con la innovación, invierten significativamente en investigación y desarrollo, nuevos productos y servicios y adoptan modelos de Innovación Abierta”, explica Alarcos.
En ese sentido, cabe destacar que, aunque son diversos los sectores a los que dedican su actividad estas empresas –como ecommerce (22%), biotecnología (8%), medioambiente (8%) y educatech (7%), entre otros– todas ellas tienen un factor común: la innovación. De hecho, un 82% de las startups lideradas por mujeres consideran la innovación y la creatividad un elemento estratégico para la competitividad de la compañía. Sin embargo, existe un obstáculo principal que las emprendedoras consideran que dificulta la innovación: la financiación.
En general, persisten los retos para acceder a la financiación, pero existe un ecosistema de apoyo al emprendimiento bien estructurado. Así, entre las fuentes de financiación habituales se encuentran las instituciones financieras, las subvenciones públicas, la aportación de SCR, los Business Angels y la autofinanciación con aportaciones de familiares y amigos.
Perfil de la mujer emprendedora
Este estudio también ha querido esbozar el perfil de las promotoras de startups en España. En líneas generales, se trata de mujeres altamente cualificadas, con amplia experiencia laboral y que deciden emprender por dos razones principales: haber detectado una oportunidad interesante a explotar en el mercado (91%) y para conseguir una mayor autonomía (80%).
Aunque la media de edad para emprender se sitúa entre los 36 y 45 años, es cierto que este estudio deja entrever una distribución más uniforme entre las franjas de edad y un ligero aumento de las emprendedoras más jóvenes. De hecho, un 29% de las líderes de startups tienen de 25 a 35 años.
Todas ellas, independientemente de la franja de edad, cuentan con una alta cualificación siendo lo más frecuente los estudios universitarios superiores, posgrados e incluso doctorados. La formación de partida de la emprendedora está en áreas como ciencias sociales o humanidades. Sin embargo, la startup que lidera tiene un componente innovador ligado con áreas STEM y se sirven de tecnologías de distinto ámbito muy elevado. “Generalmente las mujeres que emprenden un negocio tienen estudios superiores, en contraposición, tienen un porcentaje menor de autoconfianza sobre sus conocimientos y capacidad para desarrollar con éxito la actividad empresarial”, señala Teresa Alarcos.
El 26% de estas mujeres contaban con una experiencia laboral de entre 1 y 5 años antes de lanzarse con la startup, seguido de aquellas que contaban con una experiencia de entre 6 y 10 años (20%). De hecho, el 64% de las promotoras de startups se encontraban trabajando en el momento de iniciar su aventura emprendedora. De este porcentaje de mujeres activas, un 15% ocupaba un puesto de alta dirección y un 34% pertenecía a mandos intermedios. Además, un 56% de mujeres reconocen que esta no es su primera experiencia emprendedora.
También cabe destacar que existe una distribución casi similar de emprendedoras que combina su rol de progenitora con el de dirección de su startup y aquellas que no tienen descendientes, un 51% y un 49% respectivamente.
“Con este Observatorio buscamos ofrecer una herramienta de reflexión y apoyo para la adopción de medidas efectivas que reduzcan la brecha digital de género, y que, a su vez, se convierta en un instrumento valioso para hacer visible la contribución de las mujeres en la economía, la innovación y en el conjunto de la sociedad”, concluye Teresa Alarcos, consejera independiente y fundadora de W Startup Community. Y añade, “esto junto a otras herramientas de visibilización de estas emprendedoras favorece la creación de puentes entre consejos y ecosistemas innovadores que ayudan a mantener la ventaja competitiva”.