Mujeres Avenir reclama una inteligencia artificial sin sesgos y al servicio de la igualdad de género
La Inteligencia Artificial (IA) se está convirtiendo en un tema de creciente relevancia, dados los avances que se están realizando al respecto y su progresiva inclusión en la vida cotidiana de las personas y de las empresas. No obstante, se trata de un ámbito que presenta numerosos desafíos éticos, desde la seguridad y sostenibilidad de estos recursos, hasta la protección de la información personal de la que hace uso. A todo ello, y no menos importante, se une la cuestión de la perspectiva de género.
“Inteligencia Artificial Ética: Transformando el Futuro con Responsabilidad y Equidad”, han centrado el encuentro organizado por la ASOCIACIÓN DE AMISTAD HISPANO – FRANCESA MUJERES AVENIR y ha mostrado algunas de las más importantes injusticias sociales tanto en España como en Francia, en la sede de PwC España.
Rebeca Ávila, Presidenta Ejecutiva de la Asociación ha abierto el encuentro conocedora de la fuerte infrarrepresentación de la mujer en el entorno STEM, cuya visión e intereses pasan desapercibidos en el desarrollo de nuevas tecnologías y ha recordado la importancia “del entrenamiento de los softwares de Inteligencia Artificial, para que se tengan en cuenta los sesgos de género y que estos no se reproduzcan en las respuestas de la IA.”.
Alicia Richart, CEO de Afiniti; ha recordado que ya en 1957 se empezó a hablar de Inteligencia Artificial, “aunque realmente deberíamos hablar de una capacidad de software avanzada, y que se ha popularizado gracias a la irrupción del smartphone, y a los millones de datos que generamos cada día y donde realmente reside el avance de la IA”.
Para esta experta todas las compañías han de estar alineadas con el desarrollo de sistemas éticos de IA, “que reflejen el código de conducta del empleado, y sean revisadas periódicamente mediante encuestas internas que permitan identificar y mitigar riesgos para las personas”.
Alicia ha recordado que son muchos los grandes gurús de la tecnología que prohíben a sus hijos el uso de la tecnología en ciertas etapas de su vida, y ha abogado por una vuelta a un sistema híbrido “donde no todo sea tecnología las 24 horas del día, busquemos con ChatGPT, pero revisemos y enriquezcamos los datos de forma personal y autocrítica”.
María Arribas García, CMO&Business Development Director de QALEON (Tech, IA, BI) y Fundadora de getHERtalent (Innovación Social); ha recordado en su intervención que hace falta mucha sensibilización y educción, “hablamos mucho de IA, pero dependiendo de cómo alimentemos estos sistemas, y del sesgo introducido a la hora de entrenarlos, tendremos una sociedad inclusiva o no”
Para María Arribas existen aún muchos obstáculos para la mujer en el campo de la IA, como en el resto del mercado laboral, “primero por la falta de alumnas estudiando carreras STEM, aquellas basadas en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, donde el porcentaje de mujeres desciende cada año. Es necesario implementar una educación específica para poder atraer a las niñas a las ciencias y las matemáticas, implementar programas de mentorias y becas que sirvan para mostrar la aplicabilidad de estas carreras, y sus salidas profesionales”.
Cecilia Celeste Danesi, investigadora en el Instituto de Estudios Europeos y Derechos Humanos (UPSA), autora del libro “El imperio de los algoritmos” y miembro de la plataforma “Women4EthicalAI” (UNESCO), ha recordado que “El auge de la inteligencia artificial está afectando profundamente nuestros derechos humanos. Las redes sociales y las plataformas digitales, desde los motores de búsqueda hasta los servicios de mensajería y aplicaciones como Glovo, Uber o Airbnb, que han transformado nuestra economía, están gobernadas por algoritmos. Dado que la IA es una parte integral de nuestras vidas y aprende de nuestras conductas y de la información que le proporcionamos, absorbe tanto aspectos positivos como negativos. Con frecuencia, estos algoritmos influyen directamente en cuestiones de género, diversidad, derechos humanos y discriminación”.
Para esta experta sin duda el futuro pasa por regular la IA, con una armonización global, algo que es “conveniente para las empresas y para la sociedad, al fomentar la innovación y proteger los derechos humanos, dividiendo los sistemas según los riesgos que provoquen. Hay mucha oscuridad, muchas dudas y mucho trabajo por delante para poder seguir avanzando en una aplicación ética mundial de la Inteligencia Artificial”.
Ruth Blanch, CEO de Alkemy ha recordado que los datos con los que se entrenan los algoritmos, son con más perfiles masculinos que femeninos, y de esa manera “la máquina introduce en sus respuestas sesgos de género, simplemente por el volumen de información que tiene” Para esta experta, “mientras no haya diversidad en los datos con los que se forman los sistemas, no existirá una igualdad real entre las personas”.
Ruth reconoce que la Inteligencia Artificial nos permite realizar ciertas tareas de forma muy eficiente, liberando al humano de acciones repetitivas y permitiendo desarrollar su creatividad en actividades donde puede aportar más valor, pero para ello es fundamental que las nuevas generaciones desarrollen un pensamiento crítico, que a cada respuesta de un sistema basado en IA, se cuestionen si la respuesta es correcta en los aspectos técnicos y éticos.
La mesa ha estado moderada por Patricia Manca, socia de PwC Tax&Legal y responsable del French Desk, que ha incidido en la importancia “que se recaben datos con perspectiva de género para que la información que se proporcione a las IAs no esté sesgada desde un principio, y no promueva la desigualdad entre hombres y mujeres. Debemos trabajar para que la tecnología sea inclusiva, que no se deje a nadie fuera, y más en un país como España que está claramente envejecido”.
Cerró el acto María Luisa de Contes, presidenta fundadora de Mujeres Avenir, recordando que «la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW67) reconoce la importancia crucial de la tecnología y la innovación para acelerar la igualdad de género, y se ha establecido un plan que insta a gobiernos, sector privado y sociedad civil, a promover la participación equitativa de mujeres y niñas en el diseño, transformación e integración de tecnologías digitales e innovación, con perspectiva de género”.