La atención al paciente mejorará con el procesamiento masivo de datos clínicos y la interoperabilidad entre dispositivos
Actualmente, nos encontramos en un contexto marcado por la reciente luz verde otorgada por el Parlamento Europeo al establecimiento de un Espacio Europeo de Datos Sanitarios que va a cambiar significativamente el uso de datos en Europa en términos de salud.
Además, se está comprobando cómo la aplicación de nuevas herramientas tecnológicas como la IA está contribuyendo no solo a facilitar el trabajo de los profesionales sanitarios sino también la eficiencia de la gestión hospitalaria y de los sistemas de salud, mejorando en consecuencia la atención al paciente.
De todo esto nos habla Xavier García Ordóñez, CEO de Better Care, empresa biotecnológica con sede en Sabadell, que, desarrollando soluciones basadas en IA para faciitar y optimizar la gestión hospitalaria, la práctica clínica y el diagnóstico, está presente en 30 hospitales de 12 países de todo el mundo.
Lo que pretende la Ley del Espacio Europeo de Datos es buscar un entorno regulatorio equilibrado que promueva la innovación y el crecimiento económico, pero siempre garantizando al tiempo la protección y soberanía de los datos, la transparencia y la seguridad.
Uno de sus objetivos básicos es empoderar a las personas para que controlen sus datos y puedan acceder de manera más sencilla a ellos desde cualquier punto de la UE, asegurando un mayor control. En este sentido, hay que destacar que, ahora y en el futuro, el único propietario de los datos de salud es el paciente y es el único que puede autorizar su uso.
Lo que sí es conveniente es que se realice una labor de formación adecuada que sirva para explicar a todos los ciudadanos en qué consiste exactamente el Espacio Europeo de Datos, que cuenten con la información adecuada de cómo se van a utilizar sus datos y cuáles son sus límites.
Existen diferentes modelos de infraestructura que pueden permitir este intercambio: los llamados “lagos de datos” pueden estar estructurados en un servidor único o en una configuración federada, donde cada uno de los propietarios de los datos da acceso a los demás para su uso. Estos lagos de datos pueden organizarse en servidores físicos tradicionales o en la nube, teniendo en cuenta que existen empresas que ofrecen modelos de cloud “soberano” que permiten cumplir con la legislación europea a este respecto.
Pero otro aspecto fundamental para asegurar la interoperabilidad es asegurar criterios homogéneos de estandarización de los datos y de las etiquetas que los identifican de forma que, por ejemplo, el dato de una medida de oximetría de un paciente se etiquete de la misma forma desde todas las fuentes.
Hoy en día, no obstante, la tecnología de bases de datos vectoriales permite trabajar con datos de diferentes fuentes no estandarizados en múltiples dimensiones. Por ejemplo, en breve podremos cruzar información de fuentes parametrizadas, como datos de monitorización, con datos no normalizados como los de un informe médico generado por un profesional sanitario. Su aplicación en salud no será inmediata pero aportará un valor descomunal.
El acceso equitativo de los datos a los investigadores presenta retos que están más centrados en el ámbito político y en los intereses económicos, que en la parte tecnológica.
Desde mi punto de vista, es muy difícil trabajar con un prisma europeo, y mucho más difícil si analizamos esto desde una perspectiva de país. Si queremos asegurar que los resultados de nuestros algoritmos sean lo más representativos posibles, debemos entender que los datos sobre los que se entrenen los modelos también lo deben ser.
Aquí se mezclan conceptos muy complejos: soberanía, competitividad, intereses económicos, interés general… Creo que el papel de la WHO será clave en el futuro de estas cuestiones.
Las empresas de la UE están reguladas por el GDPR (General Data Protection Regulation) que establece normas muy estrictas acerca de la recopilación, almacenamiento y tratamiento de datos personales, incluyendo, por supuesto, los datos sanitarios.
Además, tenemos que destacar que Europa ha sido el territorio donde se ha creado la primera Ley de Inteligencia Artificial que regula ámbitos como los sistemas de vigilancia biométrica en tiempo real en espacios públicos, que solo podrán ser empleados por las fuerzas del orden y con limitaciones, y los sistemas de IA generativa en los que se tendrán que cumplir criterios de transparencia.
Por último, contamos con la Ley del Espacio Europeo de Datos de la que hemos tratado anteriormente.
Evidentemente, el hecho de poder acceder a los datos del paciente desde cualquier estado de la UE, naturalmente con su autorización, va a suponer un enorme salto cualitativo ya que los profesionales sanitarios de, por ejemplo, Alemania podrán contar de forma rápida con el historial médico de un paciente español que se encuentre allí.
Pero, de forma más indirecta, también implica una mejora notable porque los profesionales sanitarios pueden ampliar la información con la que tomar decisiones acerca de los diagnósticos y tratamiento de sus pacientes y ampliar las fórmulas de colaboración, lo que va a redundar en beneficio del paciente.
¡Pon un científico de datos en tu vida! No creo que los profesionales de la salud deban convertirse ahora en expertos en IA. Los profesionales de la salud ya son expertos en el manejo de datos para tomar decisiones. Ahora solo necesitan incorporar en sus equipos a expertos en ciencia de datos para que juntos puedan sacar el máximo o potencial a las nuevas herramientas basadas en modelos de datos.
Hoy, ya hay muchas unidades clínicas que incorporan en sus equipos disciplinas no médicas. Creo que ese va a ser el futuro: equipos multidisciplinares trabajando con objetivos comunes.
Ahora mismo somos una compañía que es referencia mundial en el ámbito de la gestión masiva de datos clínicos y aportamos tres valores claros y diferenciales: el continuo de datos a lo largo de todo el camino del paciente (romper los silos de información), la alta resolución y calidad de los datos, y la capacidad de interoperar con diferentes sistemas de información de forma totalmente agnóstica, tanto respecto a las fuentes que conectamos como a los sistemas en los que integramos la información.
Por lo que respeta a nuestros objetivos, estos son consolidarnos en el mercado europeo, donde ya tenemos una presencia muy destacada, y conseguir una entrada rápida en los mercados de Estados Unidos y Canadá como uno de los lideres mundiales en este ámbito multiplicando por 100 nuestra cifra de negocio en menos de 5 años. Nuestra finalidad es convertirnos en el mayor proveedor de datos de alta resolución para asegurar el desarrollo propio, o de terceros, de aplicaciones basadas en IA para generar herramientas de soporte a la decisión médica y algoritmos predictivos.