En un contexto donde las amenazas cibernéticas son cada vez más complejas y sofisticadas, las empresas se enfrentan a un desafío creciente: contratar profesionales cualificados en ciberseguridad. El mercado laboral de esta industria es extremadamente competitivo, con una alta demanda de talento especializado en soluciones de detección y respuesta, como EDR (Endpoint Detection and Response) y XDR (Extended Detection and Response). Sin embargo, el elevado coste de contratar expertos con experiencia y la incertidumbre sobre su capacidad para adaptarse al entorno de seguridad específico de cada empresa han generado un dilema significativo en los departamentos de recursos humanos.
Demanda de talento
La realidad actual es que los requisitos previos para ser considerado un experto en ciberseguridad crean un techo de competencias difícil de alcanzar, lo que lleva a las organizaciones a preguntarse si es mejor buscar talento en el mercado o formar a profesionales internos. La contratación de especialistas en ciberseguridad se ha vuelto especialmente compleja y costosa, con salarios que superan con creces lo que muchas empresas están dispuestas a pagar, especialmente sin garantías de que el talento contratado se quedará en la empresa o podrá manejar la carga de trabajo.
Por otro lado, las empresas también enfrentan la necesidad de que estos profesionales sean capaces de gestionar eficazmente soluciones de detección y respuesta que se han vuelto cada vez más complejas, y de responder adecuadamente a incidentes en tiempo real. “La dificultad no solo reside en encontrar personal capacitado, sino en garantizar que estos expertos puedan optimizar el uso de las herramientas de seguridad y ofrecer una protección sólida”, comenta Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España.
Soluciones tecnológicas para cerrar la falta de habilidades
Ante este panorama, ESET, compañía líder en ciberseguridad, considera que las herramientas avanzadas de seguridad, en particular las impulsadas por inteligencia artificial, son una solución clave para aliviar la presión sobre los equipos de ciberseguridad y ayudar a reducir la brecha de competencias. Las modernas soluciones de EDR y XDR, con capacidades de inteligencia artificial, no solo facilitan la detección y priorización de amenazas potenciales, sino que también contextualizan alertas para que los analistas sin demasiada experiencia puedan tomar decisiones más informados. Estas tecnologías reducen la necesidad de tener que filtrar manualmente innumerables notificaciones, lo que mejora la eficiencia del equipo de seguridad y acelera la curva de aprendizaje del personal.
“En ESET, entendemos que la contratación en el sector de ciberseguridad es un desafío constante. Por eso, creemos que la clave no está solo en encontrar talento cualificado, sino en dotar a los equipos con las herramientas adecuadas para maximizar su potencial. Las soluciones que ofrecemos están diseñadas para mejorar la visibilidad de las amenazas y proporcionar un contexto crítico que permita a los equipos priorizar la respuesta de manera más efectiva,” añade Albors.
Optimización de la inversión y externalización: dos enfoques estratégicos para fortalecer la ciberseguridad
La elección de las herramientas adecuadas no solo mejora la eficacia del equipo de seguridad, sino que también garantiza un retorno de la inversión positivo. Las empresas esperan que sus inversiones en soluciones de detección y respuesta, así como en el personal que las maneja, generen resultados tangibles. Por ello, ESET ha enfocado su desarrollo tecnológico en ofrecer un bajo coste total de propiedad (TCO) y características que fomenten el crecimiento y la maduración de las habilidades del personal. La transparencia en los procesos y la capacidad para rastrear amenazas desde su origen hasta su resolución son factores críticos para asegurar que las decisiones de protección sean las adecuadas.
Por otro lado, cuando el crecimiento del talento interno no es una opción viable, la compañía líder en ciberseguridad recomienda considerar alternativas como la externalización de servicios de seguridad gestionada (MDR). Al contratar servicios externos, las empresas pueden beneficiarse de la experiencia de profesionales altamente capacitados y de soluciones tecnológicas avanzadas, sin los altos costes y riesgos asociados a la contratación directa.
