La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ya no es una promesa de futuro, es una realidad que está redefiniendo la manera en que las empresas operan, innovan y se relacionan con sus clientes. Según datos de BCG, la mayoría de las compañías en España consideran la IA una prioridad estratégica para 2025, con un 85% de ellas incrementando su inversión en I+D para su implementación. Además, el Gobierno español ha destinado 150 millones de euros en ayudas para fomentar su adopción en el tejido empresarial.
Sin embargo, el impacto de la IAG va más allá de la inversión en tecnología. Su éxito radica en la capacidad para integrarla en la estrategia corporativa, capacitar a sus equipos y adaptar los modelos de negocio.
Ante este escenario, se plantea una pregunta crítica: ¿cómo deben prepararse las empresas para no quedarse atrás? Para ejecutar con éxito cualquier estrategia de IA, las organizaciones necesitan un triple enfoque: alinear objetivos, fomentar un mindset innovador y desarrollar las capacidades adecuadas. Por esta razón, Netmind, compañía perteneciente a BTS, consultora especializada en la transformación de las compañías con foco en las personas, identifica cinco tendencias clave que marcarán la evolución de la IAG en el ámbito empresarial este 2025.
Estrategia antes que tecnología: la IA al servicio del negocio
La IA no es un fin en sí mismo. El primer paso para aprovechar su potencial es definir una estrategia alineada con los objetivos de negocio. Para lograrlo, esto requiere:
- Identificar casos de uso clave: Desde la atención al cliente hasta la personalización de productos, todas las áreas de negocio pueden beneficiarse del uso de la IAG.
- Alineación top-down y bottom-up: Es crucial involucrar tanto alta dirección, mandos intermedios y equipos operativos. Mientras los líderes deben garantizar el alineamiento estratégico, los equipos necesitan formación, y capacidad de experimentación.
- Considerar una visión holística: El objetivo de la implementación es maximizar el valor para el negocio y crear nuevas maneras de trabajar. Además, se debe considerar a las personas para acelerar la adopción, talento y cultura dentro de la organización. Es clave potenciar las plataformas y sistemas tecnológicos, así como garantizar el uso adecuado, la calidad y la seguridad de los datos. Todo ello, aplicando también un enfoque de Gobierno y cumplimiento legal.
- Medición de impacto: Establecer KPIs específicos para evaluar el éxito de estas iniciativas, como mejoras en la eficiencia operativa o el incremento de la satisfacción del cliente.
“Una estrategia bien definida no solo asegura un camino claro hacia la adopción, sino que minimiza el riesgo de desorientarse en un entorno tecnológico en constante cambio. La IAG no puede escalar sin una base sólida en habilidades, cultura y liderazgo”, asegura Alfred Maeso, lead expert en Netmind y responsable del CoE de Innovación y Transformación Digital en SELAM en BTS.
Automatización de flujos de procesos complejos (Agentic AI)
La Inteligencia Artificial Agéntica (Agentic AI) se refiere a sistemas de inteligencia artificial con un alto grado de autonomía. Estos sistemas no solo responden de manera reactiva a comandos predefinidos (prompts), sino que también actúan de forma proactiva, anticipándose a las necesidades y ejecutando tareas complejas sin intervención humana constante. Su capacidad para planificar acciones, tomar decisiones y aprender de la experiencia permite que sean una herramienta clave para transformar las operaciones organizacionales, en ámbitos como:
- Automatización avanzada: Por ejemplo, el uso de chatbots generativos capaces de gestionar interacciones personalizadas con clientes.
- Simulaciones y análisis predictivo en escenarios complejos para ofrecer soluciones en tiempo real, lo que está transformando sectores como logística, salud y finanzas.
- Optimización del capital humano liberando a los equipos de tareas repetitivas, permitiéndoles enfocarse en actividades estratégicas.
“La Agentic AI no se trata solo de hacer las cosas más rápido, sino de permitir una toma de decisiones más inteligente y basada en datos. No obstante, a día de hoy, a pesar de los evidentes beneficios, su implantación genera dudas por el coste actual y la confiabilidad, los potenciales sesgos y falta de transparencia y explicabilidad”, continúa Maeso.
Democratización de acceso
La IAG, a través de modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) de código cerrado, como GPT de OpenAI, suelen implicar costes sustanciales que pueden ser prohibitivos para pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, esto está cambiando rápidamente gracias a iniciativas como:
Modelos de código abierto: En las primeras semanas de 2025, la aparición de DeepSeek ha revolucionado el ecosistema de IAG en el mundo; desarrollado en tiempo récord y a un coste mucho menor que otros modelos. Además, el Gobierno español ha lanzado «Alia», el primer modelo fundacional de IA en español que representa un hito en la democratización del acceso. Aparte, modelos como LlaMA de Meta, ofrecen una alternativa más accesible al eliminar los costos de licenciamiento.
Regulación y gobierno
A medida que la IAG gana protagonismo, también surgen preocupaciones relacionadas con la ética, la privacidad y la seguridad. La Unión Europea ha dado un paso al frente con el AI Act, una legislación pionera que busca establecer marcos claros para el desarrollo y uso responsable de la IA.
“Para las empresas, cumplir con estas regulaciones no es solo una obligación legal, sino una oportunidad para construir confianza con clientes y stakeholders. La base para conseguirlo es fomentar un uso ético, responsable y transparente por parte de las personas”, destaca Maeso.
Foco en sostenibilidad
Por último, el crecimiento exponencial de la IA plantea un reto significativo: su impacto medioambiental. Los modelos de IA generativa, especialmente los más grandes, requieren cantidades masivas de energía para ser entrenados y utilizados. Aunque nuevos enfoques como DeepSeek están demostrando que es posible un consumo energético menor.
Las organizaciones por su parte están adoptando estrategias para mitigar este impacto, como:
- Uso de energías renovables: Empresas tecnológicas están invirtiendo en infraestructuras que funcionan con fuentes de energía limpia.
- Optimización de modelos: Reducir el tamaño de los modelos y hacerlos más eficientes sin comprometer su rendimiento.
- Iniciativas verdes: Fomentar prácticas sostenibles en toda la cadena de valor, desde el desarrollo hasta la implementación de soluciones de IA.
“La IAG está marcando el inicio de una nueva era para las empresas, llena de oportunidades y desafíos. Desde formalizar estrategias claras hasta abordar cuestiones éticas y de sostenibilidad, las organizaciones tienen frente a ellas una revolución inevitable. La pregunta no es si debes adoptar la IAG, sino si estás preparado para hacerlo de manera estratégica, ágil, sostenible y alineada con los valores de tu empresa. ¿Estás listo para surfear esta ola de transformación?”, concluye Maeso.